Nuestro amor, bajo los árboles que ya han caído… / respirábamos ahítos, vestidos de una sonrisa pueril /fulgurantes ante una llamada a media tarde, muy rápida, perseguida por el miedo a gastar el dinero en tanta ternura / ahítos por la seducción de un jeroglífico post-moderno de puntos, rayas y curvas / que cruzaban los aires del universo para encontrarnos
un beso era ya un orgasmo impúdico derramado sobre el césped!
Qué verdes parecen en la memoria esos árboles cortados por leñadores hambrientos /
recuerdas?/
para construir hogares nuevos, hogares para abrigar nuestra fragilidad de papel